En boxeo se trabaja con el cuerpo, la mente y el entorno. Quienes lo practican dicen que es uno de los entrenamientos más completos.
Siempre lista la gran boxeadora Cris Namur
El prejuicio está servido: no es un deporte, o es solo para violentos. Los que practican boxeo saben que todo aquel que lo mira de lejos y de reojo piensa eso. Ven sangre y las narices rotas en la televisión o se quedan con las historias más terribles que, claro, las hay. Pero ellos, los que están ahí arriba del ring, los profesionales, los amateurs o simplemente los que lo hacen como una válvula de escape, ven otra cosa. Las vendas, los guantes, la bolsa son, en sus rutinas, una catarsis. Y si hay sparring (guanteo), por lo general es con amigos, así que después de los golpes viene el abrazo, y por qué no, las risas sinónimo del afloje corporal luego de haber descargado todo lo necesario para continuar el día