La selección de Alemania, campeón mundial de básquetbol, cómo es su proyecto, quién es su cerebro, el MVP que resurgió y el ídolo que inspiró a una generación

Los germanos alcanzaron la gloria en un campeonato muy difícil y que tenía a grandes equipos, pero en el que supieron manejarlo desde principio a fin; los factores más determinantes

ALEMANIA FUE MEJOR

Rompió todos los pronósticos. Sorprendió a todo el mundo. Alemania fue el mejor y, sin dejar ninguna duda, se coronó campeón del mundo por primera vez al derrotar a Serbia por 83 a 77 en la final del Mundial de básquetbol que se disputó en Filipinas, Japón e Indonesia. Terminó invicto y se midió ante rivales que eran candidatos. Pero, para que todo esto sucediera, no hubo casualidades. Tampoco suerte. Todo se sustentó en un gran trabajo de base, con un entrenador comprometido que exigió el mismo compromiso a sus dirigidos, y una fuente de inspiración con la que crecieron los jugadores de esta generación. Además, hubo una figura que resurgió en un momento clave y fue uno de los basquetbolistas más determinantes de este seleccionado que se metió en la historia grande del básquetbol mundial.

EL MOMENTO DE LA VERDAD

En los cuartos de final llegó el momento de la verdad, ante Letonia. A ese partido parecía llevárselo tranquilo, pero las cosas se complicaron sobre el final. Sin embargo, le alcanzó para ganarlo con lo justo: 81 a 79. En semifinales estaba Estados Unidos, uno de los grandes candidatos a levantar el trofeo. Frente a un equipo conformado por jugadores de la NBA, aunque no de la primera línea, Alemania dio el golpe con un triunfo por 113 a 111. 

LA FINAL ANTE SERBIA

La final ante Serbia fue el partido que le dio la posibilidad de levantar el trofeo Naismith. Una victoria por 83 a 77, en Manila, para ser los nuevos campeones del mundo con un récord de 8-0.

ALEMANIA ROMPIO TODOS LOS PRONOSTICOS

Rompió todos los pronósticos. Sorprendió a todo el mundo. Alemania fue el mejor y, sin dejar ninguna duda, se coronó campeón del mundo por primera vez al derrotar a Serbia por 83 a 77 en la final del Mundial de básquetbol que se disputó en Filipinas, Japón e Indonesia. Terminó invicto y se midió ante rivales que eran candidatos. Pero, para que todo esto sucediera, no hubo casualidades. Tampoco suerte. Todo se sustentó en un gran trabajo de base, con un entrenador comprometido que exigió el mismo compromiso a sus dirigidos, y una fuente de inspiración con la que crecieron los jugadores de esta generación. Además, hubo una figura que resurgió en un momento clave y fue uno de los basquetbolistas más determinantes de este seleccionado que se metió en la historia grande del básquetbol mundial.

DIRK NOWITZKI EL HISTORICO

Dirk Nowitzki, el mejor jugador de la historia del básquetbol alemán, y símbolo de Dallas Mavericks

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